domingo, 7 de diciembre de 2008

Feliz Navidad -2008-

Si podemos una vez al año
entonar cantos de paz
y, apartando prejuicios,
en un mismo pensamiento
razas, colores, ideas,
al universo abrazar...

¿Qué pasa el resto del tiempo?
¿Será ese canto de un día
la brizna de hipocresía
de quien se acerca a la fiesta
tan sólo para cenar?

Festejemos, si de verdad festejamos
[la Navidad]
todos los días y cada día
con la alegría
de respirar a la luz del sol;
de ser brillantes como el farol
que alumbra la noche oscura
con estela que perdura
más allá de su presencia
y, aún de su existencia,
mucho, mucho más allá...

... y serán todos los días
¡un día de Navidad!

José L. Dasilva N.

domingo, 23 de noviembre de 2008

No es que "Estados Unidos" sea una nación grande... es que todas las demás están arrodilladas y miran desde abajo.

José L. Dasilva N.
¿No es absurdo que quienes con su "sabiduría" nos impusieron el problema se reúnan ahora para imponernos la "solución"? ¿Y hay todavía quien crea en ellos? ¿Será que a tanto llega la ignorancia en el mundo?

domingo, 9 de noviembre de 2008

Oda a un profesor de matemática

A Romer Fagúndez
profesor de matemática
le enseñaron a sumar
en un curso de gramática.

Después leyó en el diario
algo de filosofía
sobre un sapo, en una zanja,
que saltaba y no salía

Y creyó Romer Fagúndez
que ya nada más había...
y decidió que, de grande,
matemático sería.

Pero no todo es tan simple
como luce en primer plano
y, lo mismo que su hermano,
no pudo Romer Fagundez
completar sus ambiciones...

Algunas instituciones
exigían demasiado.
Tuvo que conformarse
con llegar a licenciado
mas no en ciencias exactas:
... tan sólo en educación.

¡Educador!
¡Qué palabra tan hermosa!
¡Qué tan sublime concepto!
que unos llevan con honor
y otros pocos, mercenarios,
solo buscan escenarios
donde no se haga evidente
su mediocre formación.

Con tamaña frustración
se acerca todos los días
al templo donde su ego
se eleva como un avión...

(continuará...)

jueves, 9 de octubre de 2008

El tiempo es sabio juez en su ignorancia
ecuánime y seguro en su designio
igual dicta sentencia de exterminio
que exculpa con su voto de confianza

Al tiempo no le importa la distancia
no limita con nada su dominio
igual da si eres hombre o si eres simio
no distingue pobreza de abundancia.

Y no intentes comprarle una sentencia
ni te afanes rogando a su clemencia
piensa, antes de actuar, lo que conviene
que aunque creas disfrutar de su delicia
a la hora del juicio hará justicia
... siempre da la razón a quien la tiene.

(J.L. Dasilva/2005)

Al Gore presenta hoy como novedad -y se lleva el Nóbel- aquello sobre lo cual Castro viene advirtiéndonos desde hace más de 20 años. Al Gore es un yankee -con herencia Británica-, Castro, además de latino, es una piedra en el zapato del "mundo civilizado".
Los grandes estadistas y financistas europeos (y algunos "greengos", también) afirman hoy, ante la crísis, lo que Hugo Chávez viene repitiendo desde que apareció por primera vez en televisión (allá por 1992). Los europeos son blancos mientras que H.C., además de latino, es un mestizo color de esclavo con una horrible berruga en la cara... ¿qué credibilidad podría dársele?
A Chávez y a Castro, nadie les dará la razón aunque la tengan -como de hecho tenían y siguen teniendo-; todos se limitarán a repetir lo que ellos dijeron y la prensa les dará cobertura como si de pensamiento inédito y teorías originales se tratara.
En ciertas revistas de geografía de circulación mundial y altísimo prestigio científico, se presentan fotografías de satélite... Cuando los satélites no eran capaces de distinguir entre desiertos o incendios forestales (no sé si ya pueden hacerlo), las áreas de color ocre que mostraban las fotografías, si estaban sobre el territorio de los Estados Unidos de Norteamérica, Europa y ciertas zonas de Asia, se trataba de desiertos; si estaban sobre algún país latinoamericano o africano, entonces se trababa de incendios forestales producidos por la inconsciencia propia de la gente que vive en paises tercermundistas.
San José, Montes, Dasilva, en más de una ocasión detectaron fallas de programación en software estadístico presentado al mundo como lo mejor en su área; También en equipos de adquisición de datos que se vendían como altamente precisos y poco menos que la perfección (por sus precios debieran estar más allá de la perfección). Cabe acotar que con todas sus deficiencias (no documentadas, acaso incluso conocidas pero ocultadas por sus autores), en algún momento, el uso de tal software y equipos, era una especie de garantía de veracidad sobre las conclusiones -obviamente equivocadas- en determinados estudios científicos. Tales deficiencias sólo se corrigen cuando las hace notar un "Smith", "Jones", "Grace", "Van Der Algo", en fin... mientras tanto, no existen... aunque hayan sido demostradas -sobre todo si fueron demostradas- por inexistentes como San José, Montes, Dasilva o cualquiera cuyo apellido suene a latino. A San José, Montes, Dasilva, nunca le importó demasiado... como latinos y tercermundistas -hábiles para encontrar soluciones a lo que sea que les venga encima y creciéndose ante las dificultades-, desarrollaban su propia manera de hacer bien las cosas sin tener que depender ni de los programas de cálculo preestablecidos ni de la precisión de los equipos.
Al final, más tarde o más temprano, el tiempo siempre da la razón a quien la tiene. Es sólo cuestión de tener la paciencia suficiente y necesaria para sentarte a esperar en la puerta de tu casa... en algún momento verás pasar el ataud de tu enemigo.

José Luis Dasilva

martes, 23 de septiembre de 2008

Una del "corazón"

(porque no siempre es bueno callar)
-
María Patiño opina que el certamen Mis Venezuela es "opio para el pueblo", porque una vez al año reune (al menos este año) a quince mil espectadores en el Poliedro de Caracas. Me pregunto qué definición o calificativo podríamos darle a un programa como "Donde Estás Corazón", show televisivo en el cual ella interpreta -de forma pésima- el papel de periodista, que todos lo viernes idiotiza, por la medida baja, a 20 millones de españoles en la península.
María Patiño llegó a Venezuela, contratada (más que invitada) para ser parte del jurado del Mis Venezuela (¿¿¿???). En Venezuela se encontró con la típica amabilidad del venezolano, que se entrega, a veces hasta ingenuamente, al máximo, creyendo en la buena fe de todo el que llega.
Aquí, en un pais en el que, según sus palabras, "las chicas se inscriben en el Mis Venezuela para poder comer tres veces al día, porque es una de las pocas oportunidades que tienen para conseguir trabajo y para que las operaciones de cirujía estética les salgan gratis"), en ese pais donde la gente "lo pasa tan mal", comió gratis lo que quiso, como quiso y cuanto quiso; la vistieron como nunca pensó verse vestida (y nunca más se verá salvo que repita el atuendo -que dicho sea de paso le regalaron-... y aún así, le faltará el toque del estilista); la adornaron con unas esmeraldas que ni soñó poder ver de cerca ni volverá a ver más que en sueños y recuerdos; le regalaron un excelente trabajo de ortodoncia (ella misma afirma "ahora me verán sonreir más") que en España no hubiera podido hacerse con los ingresos que obtiene ejerciendo de forma tan mediocre su profesión. En fin, que la trataron como una gran señora y se fue, como lo que es, contando lo que la envidia, entre otras cosas, no le permite contar de forma objetiva. La culpa es de quien habiendo tanto personaje de altura dentro del pais se va a buscar tal personajillo en el extranjero. Lo cierto es que estas son el tipo de cosas que, cuando las veo en aquellos que diariamente son la imagen de España -y de los españoles- ante el mundo, me hacen desear haber nacido en otro lugar,y no pasar por la vergüenza de tener que reconocer que también yo soy español.

miércoles, 2 de julio de 2008

Palabras feas...

Siempre he utilizado (y pensado en) las palabras relacionadas con la edad: vejez, viejo, vieja, con el profundo respeto, aprecio y cariño que su significado (más allá del diccionario) encierra: sabiduría, experiencia, ¡vida!, un lugar común al que todos queremos llegar (aúnque no pensemos en ello) y todos llegaremos (si Dios nos lo permite). De pronto me encuentro con que "vejez" se ha convertido en "tercera edad" (no sé por qué de pronto me viene a la mente otro término que no acabo de comprender del todo: "tercer mundo"); y viejo o vieja, se han convertido en "adulto mayor". Alguien, incluso, en estos días, me hizo un llamado de atención por haber yo utilizado la palabra "viejo" para referirme a alguien.
- Esa es una palabra muy fea.
- ¿qué tiene de feo?
- Viejo es el viento y mira como sopla
- ¿Quién ha dicho lo contrario? Y gracias Dios porque, viejo y todo, existe el viento... y sopla.

Y me pregunto: ¿dónde está lo feo de una palabra? ¿En quien la dice? ¿en quien la escucha? ¿en quien la interpreta? ¿en su significado? ¿Es fea una palabra porque apunta hacia algo que no nos agrada? ¿Por qué es más bonito decir: "José es un joven de 25 años" que "Luis es un viejo de 90 años"? Es posible -me dirán- decir la edad evitando el adjetivo pero, ese no es el punto. El punto es y seguirá siendo por qué no objetamos nada a la primera proposición y sí objetamos la segunda. ¿Cuál es el problema entonces? ¿José no espera llegar a tener algún día 90 años? ¿Luis no tiene nada que enseñarle a José después de haber vivido 65 años más?
¿Por qué es necesario maquillar las palabras, a veces, incluso, enmascararlas? ¿De qué color es la gente de color? En mis tiempos de niño, decir "el señor moreno" era exactamente igual que decir "el señor de cabello largo", "el señor que está en la esquina", "el señor bajo el paraguas": una forma de referirnos a alguien cuyo nombre no conocíamos. ¿Qué ha cambiado en 40 años? ¿por qué ahora "moreno", "negro", "viejo", se consideran palabras despectivas? ¿por qué tipo de gentes son así consideradas? Dejo la respuesta a reflexión y criterio de quien lea.

lunes, 16 de junio de 2008

Sobre el socialismo español... con mis disculpas para los verdaderos socialistas

Esta mañana, mientras tomaba un café, no pude evitar oir la conversación de dos personas que tenía al lado, por cuyo acento fácil se adivinaban gente de mi pueblo. Esto, palabra más, palabra menos, decía una de ellas:

"Yo soy socialista desde niño. No es que tuviera influencias políticas por parte de mi familia. En mi familia no se ocupaban de otra cosa que no fuera el trabajo; pero yo, como por instinto natural, desde niño me erigía en defensor de los más débiles, siempre intentaba ayudar a los pobres y gritaba contra las injusticias que se cometían en el barrio..."

¡Vaya!, pensaba yo. Qué concepto de socialismo más raro, este que sienta sus bases sobre la desigualdad social, sobre la desigualdad económica y sobre la existencia de un sistema de clases -o categorías- donde un fuerte atropella a un débil que necesita ser defendido y de cuya defensa ha de encargarse alguien que pertenezca al sector de los fuertes.

Como resultado de esto que oí, al fin pude comprender ese "algo" que tanto me viene molestando desde siempre, sin haber podido saber qué era, en el "socialismo" español. Si tomo como serias las palabra de este socialista español, miembro activo del Partido Socialista Obrero, que en más de una ocasión ha formado parte de la delegación del PSOE en las convenciones de la internacional socialista, concluyo que ¡Jamás ha existido tal cosa que pueda llamarse "socialismo" en España! Ha existido, eso sí, un estado capitalista al cien por ciento, en ocasiones gobernado por un partido que se hace llamar "socialista"; de ahí al estado socialista, hay tanta distancia como de una máquina de escribir a un estetoscopio, aunque quien esté al teclado sea un médico.

domingo, 1 de junio de 2008

Dia de playa

Todo se hace según un rito; como siguiendo un libreto, una especie de programa, un show televisivo, visto en algún lugar e imitado al pie de la letra. Llegan a la playa y extienden las toallas sobre la arena -para reservar el espacio-. Acto seguido, el protector solar o el aceite "bronceador" (lo que cada uno lleve -con mi escaso conocimiento en tales asuntos podría resultar que ambos son una misma cosa-), y al agua, a dar saltos en la orilla. Todo en perfecto orden y con movimientos casi mecánicos, cual maquinaria en linea de producción. Cada quien que llega, hace lo propio, en el mismo perfecto orden como si previamente se hubiesen puesto de acuerdo e, incluso, lo hubieran ensayado. Otro acto más en una coreografía interminable.
Yo no soy animal de playa. Prefiero más bien el aire fresco, tirando a frío, de un monte sobrepoblado de pinos. Estoy aquí, no más, por hacer compañía; porque, para cuatro días que pasamos juntos, tampoco es lógico que a la hora de pasear yo me quede encerrado en la casa; y, menos lógico es, aún, que por mi negativa a salir, pierdan ellos un día de playa de los pocos que pueden disfrutar al año. Tampoco soy amigo del sol sobre mi cabeza. Descubro, a un lado, una piedra que aprovecha la sombra de un matorral para conservarse fresca y allí me siento a ver la vida pasar mientras los demás disfrutan en el agua.

viernes, 23 de mayo de 2008

"yo soy", "yo estoy", "yo hice"... (o, la vida sigue siendo sueño)

(fragmento de mis conversaciones con Oscar Portela, en carta del 02/07/2003)


"yo soy", "yo estoy", "yo hice"... Pienso que tal es el mal que aqueja a un buen número de poetas hoy en día (acaso siempre fue así pero la "internet" multiplica el síndrome, lo hace más visible). En mi tierra, cuando uno se alaba a sí mismo, se dice que "seguramente no tiene abuela" (por aquello de que las abuelas viven alabando -mi abuela siempre exageraba las mías- las cualidades de sus nietos). Pareciera que hoy en día nada tiene sentido a menos que pueda "venderse". Los escritores -no todos, por supuesto-, no ajenos a esta tendencia, publicitan su escritura como si fuera un producto estrictamente mercantil o un servicio profesional. Es obvio que el escritor que quiere vivir de su escritura necesita vender libros para pagar las cuentas que genera el día a día. Pero llevar eso al punto estrictamente mercantil, es limitar y condicionar el arte, el pensamiento, el sentimiento, a intereses totalmente ajenos al mismo arte, pensamiento o sentimiento. Para alguien que trabaja haciendo software para computadoras, por poner un ejemplo que se aplica a cualquier ámbito profesional, tiene sentido utilizar sus logros, los reconocimientos recibidos y mostrar una larga lista de clientes satisfechos (mientras más larga mejor), para publicitarse. Mientras más reconocida sea su capacidad en su área profesional, más contratos tendrá, cosa que se traduce en mayores ingresos económicos. Pero al fin de cuentas, los servicios del médico, del programador de software, del albañil, del fontanero, etc., son servicios puntuales que pueden medirse con objetividad y en los cuales para nada intervienen los aspectos personales individuales (emocionales) del profesional que los ejecuta. El albañil no necesita estar de acuerdo con la forma de la pared. Su trabajo es levantarla. La forma es cosa de quien le paga y él va a cobrar por hacer aquello que le contratan... Pero el arte. El arte es otra cosa y la poesía tiene un aparte muy especial en lo que se refiere al arte, entendiendo la poesía no en su sentido estrictamente literario sino ampliándola al arte en general. En mi opinión, no hay "arte" sin poesía ni poesía sin "arte". Con una cámara fotográfica, que es la mejor forma de capturar la realidad objetivamente, puedo hacer simple fotografía para un álbum familiar o puedo hacer arte. ¿qué diferencia lo uno de lo otro? ¡la poesía!, plasmada a través de mi forma particular de ver esa "realidad objetiva" para lo cual tomé decisiones tan personales que ningún otro fotografo hubiera tomado porque dependen de mi percepción sobre el objeto en un momento particular de mi tiempo emocional (aclaro que no sé nada de fotografía y esto es sólo un ejemplo). Seguramente elegí un encuadre especial y esperé a tener la luz apropiada que me dió los matices necesarios para mostrar lo que yo quería mostrar y no la realidad tal cual es; a lo mejor, incluso utilicé una película en "blanco y negro" para evitar la distorsión que los colores (simples efectos pasajeros de la luz) podrían producir sobre el texto visual que quería escribir. Un "ensayo" o un "artículo", puede ser un texto rigurosamente científico o una pieza de arte, dependiendo del criterio con que se le escriba. En fin. Me he dejado llevar por el pensamiento y me he adentrado en una disertación que seguramente no venía al caso. Lo que que quería decir es que no acabo de entender ese afán por publicitarse en cuanto se refiere a la poesía. Puedo entenderlo cuando una editorial, interesada en vender un libro, coloca en las tapas, dónde más visible sea para el público que pasa por la librería, las grandes virtudes del autor. Al fin de cuentas, para la editorial, el libro es un producto de consumo que debe reportarle un beneficio económico. Pero que el poeta se publicite como poeta es otro cuento. ¿Qué haría un poeta comprometido con un pensamiento socialista, por ejemplo (y esto es un extremo, tal vez, pero valga), si se publicita como profesional y alguien le contrata un "poema" para elevar las virtudes de un mundo "globalizado" en función del capital? ¿Se negaría? y entonces, ¿para qué se publicita?. En una oportunidad recibí un correo en estos términos "mi novia se va para Francia a estudiar por un periodo de dos años y yo quisiera darle como regalo de despedida un poema especial, ¿podría usted esribirlo?". No pude sino responderle "lo lamento pero no conozco a tu novia y no siento nada por ella como para escribirle un poema. ¿no crees que el mejor regalo serían la expresión de tu sentimiento en tus propias palabras?".
Si nos detenemos a leer la forma en que algunas personas "cuentan" su curriculum o su biografía (más parecido a un "spot" publicitario del tipo "ACE TE DA EL BLANCO MAS BLANCO"), tenemos un primer indicio de su personalidad. En estos días alguien me envió su "biografía breve" (tan breve como de 14 páginas escritas en "word" a simple espacio y con letra tamaño 10), para que la incluyera en su página de PoeSite. Cuando terminé de leerlo, no sabía ciertamente si se trataba de la biografía de un escritor o del curriculum profesional de alguien que busca trabajo como asesor literario del congreso de los EEUU. Por cierto, hablando de este "alguien", debo agregar que su primera publicación electrónica fue en PoeSite hace algo más de dos años. Actualmente, según la lista que coloca al final en un aparte "publicaciones electrónicas", tiene poemas en una veintena de sitios web, a todos las cuales, seguramente, habrá enviado el mismo texto para su inclusión... PoeSite no figura en esa lista. Sin comentarios. Sin embargo -y esto reafirma mi convicción de que lo real, lo que verdaderamente "es", se hace notar aún en la noche más oscura sin necesidad de faroles que le alumbren-, este excelsísimo escritor del que te hablo, cuya relación de publicaciones, premios (algunos muy recientes), reconocimientos y menciones ocupa tres páginas; y cuya agenda está llena de conferencias y charlas (deja entrever que en calidad de expositor aunque no lo dice explícitamente), me comenta que también respondió, como cualquier mortal común que quiere publicar y no tiene medios para hacerlo, al llamado de una editorial fantasma -desconocida- que un día se le coló en su buzón de correos, a pesar de la advertencia que yo hiciera acerca del -más que evidente- fraude en progreso. Entonces, ¿a quien queremos impresionar?. Yo soy de los que celebran el éxito de los demás (indpendientemente de que me sea extraño o conocido, amigo o enemigo); pero el éxito, como el "orujo" (ese destilado del bagazo de la uva que se hace en mi tierra), hay que saber beberlo. Podemos comenzar a hacer el ridículo después del segundo trago o disfrutarlo conscientemente a sorbitos. Depende de uno. Después de todo, "... sueña el rey que es rey, y vive/ con ese engaño mandando..."

lunes, 14 de abril de 2008

Nada que contar

Hoy no hay nada que merezca ser escrito. Nada digno de ser contado. Hoy, a Scherezade, sólo le queda la esperanza de que el sueño rinda al sultán antes de pedir un nuevo cuento, para sobrevivir una noche más. Es como si, de pronto, el tiempo se hubiera detenido congelándolo todo alrededor; creando un vacío tan inmenso que el sólo pensamiento produce eco. Hay ruido de truenos a lo lejos...

martes, 8 de abril de 2008

Pregunto a los entendidos ¿qué es arte?. Alguien comienza una larguísima disertación, expresando ideas que ni el mismo exponente entiende, con palabras que refieren téminos, en muchos casos, totalmente contradictorios, posiblemente con el fin de expresar lo icomprensible para el oido "mortal" de aquello que ni ellos mismos saben explicar.

Dos más dos son cuatro. Y es demostrable objetivamente: pongo aquí una moneda y otra al lado... son dos monedas. Ahora, ponga usted una moneda suya aquí. Eso es. Y otra aquí. Cuento todas las monedas: una, dos, tres, cuatro. Cuatro monedas, resultado de sumar mis dos monedas con sus dos monedas. Con la misma objetividad y simpleza, ¿alguien puede explicarme qué es arte?

El arte no puede ser reducido a un vulgar concepto matemático -me dicen-. El arte, en ocasiones, utiliza conocimientos limitados como la matemática para alcanzar lo ilimitado... y allá vamos de nuevo... casi una repetición de la anterior disertación, para finalizar diciendo: el arte no puede ser definido bajo patrones lógicos u objetivos.

¡Al fin! ¡Hasta ahí quería yo llegar!

Unos opinan que Amado Nervo es cursilería sentimental. Hay quien opina que rimar versos como Quevedo es algo que hace cualquiera, sin mayor preparación. Hay quien piensa que "Casanova" de Fellini es una excelente película... hay quien se durmió en el cine cuando fue a su estreno. Hay quien opina que "Guerra de Galaxias", de la misma época, es mejor. La taquilla opinó algo parecido en su momento, y creo que sigue opinando igual. Hay quien no daría un centavo por tener una obra de Miró pero se gasta una fortuna en un cuadro de Centeno Vallenilla (o sea que por falta de dinero, no és). Y mientras la vida cotidiana avanza, viviéndola cada quien al toque de sus opiniones, los "entendidos" no opinan basados en sus propias experiencias y subjetividad (ambas cosas absolutamente inseparables), sino que afirman, catalogándolo todo de bueno o malo, bello o feo, valioso, inservible, es o no es. Y cuando alguien manifiesta una opinión en contrario... es porque no entiende acerca de lo que se está hablando. Es decir, si no me gustan las obras de Miró, es porque no entiendo de pintura y si no comprendo lo que quiso decir Neruda en un poema determinado, es porque no entiendo de poesía. De este modo, se sustenta la afirmación del experto estudioso, en la descalificación del "inculto" que la niega. Y uno se pregunta, ¿con qué autoridad superior cuentan los así llamados "entendidos", para decirnos qué es bueno o malo, bello o feo?
Cuando un estudioso de la poesía, con carrera universitaria en literatura, postgrados, masters, doctorados y cuanto estudio es posible hacer en la materia, me dice "esto es buena poesía y esto es mala poesía", presumo que debe saber de qué está hablando y supongo que no se equivoca... entonces, yo, que nada sé y mucho quiero aprender -y para ello nada mejor que conversar con quien sabe-, pregunto "dos más dos son cuatro... por la misma lógica de razonamiento, ¿cómo hace uno para llegar a tal conclusión respecto de la poesía?" y ante su respuesta, por educación, ahogo entre las cuerdas vocales la pregunta obvia... tanto estudio... ¿para qué?.

Todo esto viene a cuento, porque en los últimos días he leído una buena cantidad de artículos cuyos autores exponen sus-conocimientos-a-través-de-afirmaciones (que no sus-planteamientos-a-través-de-opiniones), según los cuales, la obra de Paulo Coelho no sería verdadera literatura y, un verso como "se abrió el cielo sobre los muslos del agua", en tanto nadie entienda lo que quiero decir, me convierte en un poeta de cierta profundidad. Me vienen a la memoria dos citas (a mi que no me gusta citar a nadie porque opino que el mejor aval de mis planteamientos es lo que yo tengo que decir y no lo que otros hayan dicho al respecto), una de Jorge Luis Suarez: "Si toda la poesía que se siente se escribiera, ¡qué caudal de literatura tendríamos en el mundo!" y otra de Bob Dylan: "Cuando yo muera, la gente va a interpretar todo de mis canciones. Van a interpretar hasta la última puñetera coma. Ellos no saben lo que significan mis canciones. Mierda, ni yo mismo sé lo que significan"

Uno de los grandes, entre otros grandes, innumerables, aportes de la internet al mundo de hoy, es haber abierto un espacio y servir como medio de soporte para la expresión escrita de tantas personas que, de otro modo, nunca hubieran tenido acceso a la posibilidad de difundir y compartir su pensamiento. Y si usted, que me está leyendo, no opina igual... ¡entonces no sabe de qué estoy hablando! Pero me gustaría poder explicárselo, de "tú" a "tú", entre iguales, sin que ninguno se considere superior al otro y, conscientes, ambos, de que la verdad de cada quien no es más que una interpretación personal, a menudo deformada por los propios conocimientos y experiencias, de una misma realidad que acaso ambos desconocemos.

Sólo una cosa más, a los críticos y expertos en materia de literatura: en mi opinión, cualquiera que dedique un poco de su tiempo a escribir algo y publicarlo con la intención de que alguien más lo lea -ya sea que le vaya a servir de algo o no- merece, cuando menos, un respetuoso silencio.

sábado, 29 de marzo de 2008

Derriba das Tellas / Sobre las tejas

()

I

Fixeron seu niño (hicieron su nido)
como gaivotas (como gaviotas)
derriba das tellas (sobre las tejas)

de tan agachadas (por escondidas)
todas las fames (todas las hambres)
ficaran vellas (se hicieran viejas)

pero anovaron (pero se renovaron)
no mismo intre (al mismo instante)
de se toparen (en que se encontraron)

Ollos, mans, (ojos, manos)
beizos, meixelas (labios, mejillas)

Un só corpo nunha estrela (un sólo cuerpo en una estrella)
cinguido-los dous a un: (ceñidos el uno al otro)
ela vestida con él (ella vestida con él)
i él, vestido con ela. (y él, vestido con ella)

II


Fixeron seu niño, (hicieron su nido)
como gaivotas (como gaviotas)
derriba das tellas. (sobre las tejas)

Pra facer lume, (para hacer fuego,)
tiñan un feixe (tenían un manojo)
de ganas novas (de ganas nuevas)
ben amarrado (bien amarrado)
con ganas vellas. (con ganas viejas)

Niño de soños. (Nido de sueños)
Vento de soños. (Viento de sueños)

"Aies" que durmen ("Ayes" que duermen)
derriba das tellas. (sobre las tejas)

Aires que agardan (Aires que esperan)
salaios novos (suspiros nuevos)
de cor bermella (rojos)
de sangue que ferve (de sangre que hierve)
na carne acesa... (en la carne encendida)

Carbón aceso (carbón encendido)
con palla seca. (con paja seca)

Venus, cantando (Venus, cantando,)
sube ao seu monte (sube a su monte)
nun niño, feito (en un nido,hecho)
con ansias novas (con ansias nuevas)
e ganas bellas, (y ganas viejas,)
preto do ceo... (cerca del cielo...)
derriba das tellas. (sobre las tejas)

José L. Dasilva N.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Lo natural es la paz, no la guerra. La paz existe en el mundo antes que la humanidad. También el aire puro existió sobre la tierra antes que la humanidad. Entonces, llegamos nosotros, destructores de lo natural, para ensuciar el aire... del mismo modo en que hemos ensuciado la paz.

¿Por qué esforzarnos buscando la paz, si La paz ha estado -y está- siempre con nosotros, frente a nosotros, a nuestras espaldas, a nuestros costados? Sólo debemos darnos cuenta, abrazarla, vivirla. No se precisa esfuerzo alguno ¡y es gratis!... tal vez por eso la valoramos tan poco que somos incapaces de encontrarla y cuando la encontramos... la perdemos de inmediato.

martes, 4 de marzo de 2008

Trazó una linea recta sobre el papel blanco.
Un poco más abajo, trazó otra con intención de ser paralela a la primera, y lo hubiera sido a no ser por que nunca tuvo precisión dibujando a "mano alzada".
Como por instinto, otra linea recta fue surgiendo en diagonal, cortando las dos primeras a diferentes alturas.
Desde el extremo izquierdo, nace una onda... sube... y sube... y sube... y alcanza el punto de inflexión y cae... baja, se hunde... y vuelve a tomar impulso hasta que con un sólo trazo, así ondeando, alcanza el otro extremo del papel.
Cuando se dió verdadera cuenta de lo que hacía, el papel no tenía ya espacios blancos donde seguir dibujando lineas.
Se lo quedó mirando.
¿Qué había intentado hacer?
En realidad, nada, salvo acompañar al tiempo en su monótono desgranar de segundos.
Puesto que cada quien ve lo que quiere ver, seguramente habrá quien piense, ante el papel rayado, que aquello fue un trabajo de composición, premeditado, sujeto a alguna regla, técnica y método, previamente establecidos. Seguramente habrá quien vea un trabajo de expresión, un intento por decir algo cuyo significado sólo conoce su autor -o el depositario de sus claves, una vez que aquél fallezca y no pueda ya argumentar nada en contrario-.

Lorca escribió:

"Se quedaron solos:
aguardaban la velocidad de las últimas bicicletas.
Se quedaron solas:
esperaban la muerte de un niño en el velero japonés"
(Federico García Lorca, "PAISAJE DE LA MULTITUD QUE ORINA")

y la crítica lo aplaudió como gran poeta.

Mi hijo escribió:

Huele mal:
Hace tiempo que en mi calle no recogen la basura.
Ya casi ni se puede caminar:
La gente pasa dando saltos sobre los desperdicios.

y su maestra le dijo algo -no sé qué- sobre falta de creatividad y de imagenes poéticas.

Un Alguien -de esos que promocionan su curriculum vitae en cada acto de su vida como si cada acto de su vida fuese, no más, un acto contínuo de promoción y venta- escribe:
"...el amor indescriptible de la otredad, es decir, la mismidad que se busca reconocer en la alteridad de su contradictoria complementaridad" y uno se pregunta si realmente entiende lo que escribió; si realmente quería decir algo o si fue tan sólo un trazado al azar, sin rumbo determinado, de palabras, por llenar un espacio de tiempo y papel cuando nada había para decir, o, cuando, viéndose en la obligación de decir algo, no sabía qué.

El poeta se queja de que sólo lo leen sus amigos poetas y decimos con lástima y mucha resignación "ya la gente no lee poesía", sin detenernos a pensar que aún hoy, más gente es capaz de recitar una estrofa de Quevedo o una rima de Becquer (aún sin saber quien fue el autor), que una simple linea de Neruda (con toda la publicidad que a Neruda se le ha hecho y se le hace). No importa lo que quiso decir el poeta al escribir "oscuras golondrinas"; la gente sabe lo que es una "oscura golondrina" y sabe que "volverán" (según el decir del verso) y eso es lo que importa; se entiende que la oscura golondrina va a volver... ¡así de sencillo! ¿a dónde volverán? lo dice el verso siguiente con la misma sencillez que el anterior. ¿Por qué hacerlo difícil, si fácil también se puede?

¿De qué nos sirve el lenguaje a no ser como instrumento de comunicación? y si al hablar o escribir, no comunicamos nada, ¿de qué nos sirve? ¿de qué sirve un discurso en alemán dirigido a quien sólo entiende el castellano? ¿y nos quejamos de que cada vez se lee menos poesía?

José L. Dasilva N. /2008

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