miércoles, 1 de diciembre de 2010

Basta rimar cuatro versos, con una ortografía y una gramática que demuestran -ambas- un profundo desconocimiento de lenguaje y, lo que es peor, un desinterés total por su estudio, para ser llamado poeta; especialmente, si tales versos exaltan la figura del presidente o enaltecen la revolución, aunque el autor no crea ni en esta ni en aquél.
Vivimos rodeados de aduladores y, lo peor, es que los más grandes -de los aduladores- están en cargos de poder.

martes, 30 de noviembre de 2010

Hasta ahora, la revolución cultural, de la mano de Francisco Sesto -alias Farruco- no ha servido más que para intercambiar una élite por otra y dar cabida en el mundo de la cultura, a una cantidad de artistas, frustrados y resentidos, que poco tienen que aportar al arte o a la cultura.

Es así como se organizan certámenes improvisados, sin el más mínimo criterio organizativo, para hacerle creer al artista popular que se le está tomando en cuenta, como una forma de callar -o mantener a raya- el verdadero espíritu creador.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Ideas al viento... ¿de qué sirven?

Las ideas son necesarias, mi estimado presidente Hugo Chávez Frías. No hay duda de ello: las ideas son algo imprescindible, pero no suficiente!
De nada sirve el "decir" si no se acompaña con el "hacer".
Las palabras al micrófono no sirven más que para llenar un espacio televisivo y hacer que una partida de inútiles ejerciten los músculos de sus brazos, aplaudiendo, como fanáticos ante la estrella de rock del momento.

Si no buscamos la manera de "hacer", y de que aquellos que hoy aplauden -sin más motivo que la adulación- comiencen a hacer el trabajo por el cual reciben un salario del estado, todos los conceptos ideológicos que podamos argumentar, terminarán siendo como el clima: tema de conversación social para quien no tiene nada de qué hablar.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Cuando el polvo regresa al polvo,el hombre se acerca a Dios...

(A Hilda, 21 años después de la siembra de su hijo)

Humo blanco fue el destino de sus sueños,
forzados a dormir cuando apenas despertaban.
Caudal de vida, condensada,
entre las luces de una mañana clara.

No pasa el tiempo en los relojes del recuerdo.

Hoy, como ayer, es joven el dolor
y pesado como saco de piedras en el alma!
Es fuerte el dolor,
hoy como ayer, y no se calma
aunque, ahogado en las tareas cotidianas,
a fuerza de costumbre,
se nos vuelva soportable.

No hay edad para el recuerdo.
No se mueven las agujas del reloj para la madre
que al hijo busca en los colores de la tarde
y sólo encuentra, entre recuerdos,
el camino sombrío hacia la noche
y una ausencia infinita en que abrazarse.

No hay edad para el recuerdo!
Es perenne el recuerdo a lo que se ama.

No envejece el recuerdo, ni una vida
es tiempo suficiente a la añoranza!

sábado, 30 de octubre de 2010

domingo, 10 de octubre de 2010

a Juan Carlos de Borbón

Rescato unos versos que escribí ya hace tiempo con motivo de aquel tan sonado "por qué no te callas?". Obviamente están fuera de tiempo (... o no tanto!), pero aquí los dejo para que no se pierdan...

Amigo Don Juan Carlos, ¿qué le pasa?
¿no tiene platos sucios en su casa?
a qué tanto afán, por qué el empeño
de salir a barrer la casa ajena
cuando tiene la suya ¡ay, qué pena!
revuelta como nunca lo había estado?
Porque..., en su casa, Don Juan Carlos
-mírelo usted por arriba o por abajo-
                                         como en todas
también se cuecen habas... ¡y a destajo!

Y digo yo, Juan Carlos, bien mirado,
¿A dónde se le fue la majestad?
¿Los años, sin piedad, se la han quitado?
la soberbia le pudo a la humildad
              ¡y quedó como un gran maleducado!

¿Será que aunque le duela la verdad,
los reyes son ya cosa del pasado?
¿Será que en estos tiempos, "vuesa alteza",
además de ser rey hay que ser mago
para ser, como rey, algo querido,
y ocupar un puesto compartido,
                           cada vez más relegado,
                                          en Navidad?

Se nota que en su casa, rey -de paso-
no quedan ni gallinas que callar,
al punto que ya nadie le hace caso
y a las "indias" ha debido viajar
por sentirse nuevamente soberano...
pero esos indios, ¡oh, señor!
ya no cubren sus "vergüenzas" con la mano,
-algunos, incluso, visten D'ior-
han dejado atrás el taparrabos,
no responden a más amo que a sí mismos
y no aceptan seguir siendo sus esclavos.

Yo entiendo, señor Rey, su malestar.
Sus súbditos, rebeldes, no se callan
ni se arrodillan, ya, ante su presencia
¡qué falta de respeto a su excelencia
otrora tan querido y aplaudido!
pero eso no le otorga a usted licencia,
de perder de tal manera la paciencia
y venirse a poner como una fiera.
Debe usted entender la evolución
y no seguir viviendo en el pasado
(o acostúmbrese a llevar más de estos chascos)
las colonias, hoy día, están en frascos,
y se hallan al alcance de cualquiera
en cualquier tenderete del mercado.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Aquí, entre tú y yo...

a Antonio Díaz Bermúdez
(Jesús para los amigos)

Cómo hacer para no extrañarte?
Tu presencia llenó cada rincón
posible del espacio en derredor.
Cada milímetro de superficie,
cada intersticio, cada objeto,
conserva en su esplendor,
la energía vital que le inyectaste
más allá de la apariencia
de la piedra o del metal.
Cómo hacer, entonces, para no extrañarte?

... Si aún el aire, en su rumor,
llena el ambiente
con los ecos de tu obstinada terquedad
y tu risa franca!

... Y ¿sabes?
aunque habrá, no lo dudo,
quien no pueda entender esto que digo,
menos te recordamos, amigo,
por aquello que nos diste
que por todo lo que nunca te guardaste:
que dejaste caer, así, sin más,
queriendo, como quien no quiere,
generoso y desprendido.

Ahora te sientas en el zaguán de la noche
a velar, quizá, por aquellos que quedamos.
¿Oyes la música?
Nunca tuvo tanta magia este piano.
... y no hay tristeza.
No hay tristeza, ¿lo ves?
Nostalgia sí.
Porque la nostalgia es esa atmosfera liviana
que envuelve al recuerdo
cuando ya no es posible regresar a lo pasado.

No hay tristeza en la nostalgia,
sólo añoranza. Eso sí.
Poco homenaje sería recordarte con tristeza...
a ti, que aún en los momentos de mayor dolor
fuiste capaz de regalarnos una sonrisa...
poco homenaje sería!
Pero añoranza...
Sin remedio, se añora lo que se extraña...
Y aquí, ...entre tú y yo,
no sabemos qué hacer para no extrañarte!

martes, 23 de febrero de 2010

AZNAR: Verbo intransitivo cuya conjugación en primera persona del presente es "Yo azno"