lunes, 7 de diciembre de 2015

El socialismo se asienta en la presunción de que la totalidad de seres humanos y cada uno por separado, conoce, comprende y ejerce a cabalidad, de motu propio, la responsabilidad que le corresponde para con el entorno social y geográfico en el que habita. Ese es su gran defecto. Ese es su hándicap. Tales responsabilidades, con sus excepciones -que las hay-, no son característica de la naturaleza humana. Se ha dicho que el ser humano es un animal social... Lo es en cuánto recibe, mas no en cuánto le toca aportar.