Por qué temes a las sombras del camino?
La sombra es consecuencia de la luz
Quien tenga algo que objetar acerca de lo que yo escribo, sólo piense y recuerde que: Lo que expongo, es mi experiencia y mi pensamiento; no puedo exponer ni su experiencia ni su pensamiento. Si mi experiencia fuese igual que su experiencia y mi pensamiento fuese igual que su pensamiento, entonces usted sería yo... y de ello, a ambos nos libre Dios.
martes, 30 de junio de 2020
lunes, 29 de junio de 2020
domingo, 28 de junio de 2020
Me acomodo en un sofá al calor de la chimenea. Abro un libro y leo: "Pienso... luego, existo". |
Siento frío. |
De repente me doy cuenta de que, en realidad, no estoy tan cómodo. Inclino la cabeza hacia atrás, ya con cierta preocupación, y mirando al techo exclamo: |
¡ojalá no llueva esta noche! --- |
A mi lado, sobre el cristal de una mesa descansa un grupo de papeles arrugados |
-marchitos podría casi decir- |
(inexistentes, supongo, como todo lo demás) |
que celebran, por la suerte de un momento, no acabar entre cenizas. Fragmentos de un diario fragmentado |
contenido en papeles fragmentados |
rescatados al destino de las fauces de la hoguera |
(¡ah! ¡ya quisiera yo correr con tanta suerte cuando, aplastado por las manos de la muerte y arrugado, me toque terminar de igual manera!) |
¡Que no llueva esta noche! |
Como tantas otras noches ¡Que no llueva! |
--- |
Un poco más allá juegan los niños |
(mi mayor satisfacción y mi tormento) |
El otoño no traspasa aún sus alas. |
Para ellos es tan sólo otro fragmento en la secuencia infinita de un tiempo que no empieza ni termina. |
Ellos no sienten el frío que yo siento. |
|
o tan lejos. |
¡Que no les llueva esta noche! |
Esta noche ¡que no llueva! |
¡que nunca llueva, tampoco, en su interior! y que me hagan a un lado si es preciso que se olviden de mí si de algún modo, en el lastre de su andar me convirtiera. |
Bastante duro es el camino por sí sólo para agregar a sus espaldas otra piedra. |
--- |
Y tú siempre ahí |
presente como siempre aún cuando no estás |
con ese beso que nace del sol que llevas por dentro |
y desemboca en tus labios |
con ese calor intenso que me regala tu abrazo |
como siempre, compañera |
para ahuyentar este frío que no me quita la hoguera. |
Esta noche no habrá lluvia. Nunca llueve si estás cerca. |
Ya puedo quedar sin techo |
sin paredes y sin tierra |
Ya puede hundirse el camino bajo mis pies. Ya puedo vagar descalzo vistiendo lodo y miseria pero tu beso y tu abrazo |
¡Que no falten, compañera! |
Que no hay otoño contigo. Que no hay tormenta, a tu lado |
que yo superar no pueda. (1998) |
viernes, 26 de junio de 2020
Ya extinguida la luz que parecía desde el sueño señalarme un nuevo rumbo, agotado ya el camino y la energía de mis pasos transformada en inercia total |
calmo el vacío |
de mis días
con la esencia de un segundo. Un segundo que entre tiempos administro |
gota a gota, lentamente sin apuro. |
Un segundo |
el más
sublime el decisivo el más seguro. |
--- |
¿Qué valor tiene el flujo de un segundo ante el caudal incontenible de una vida? ... Y la vida se decide en un segundo. En un segundo se dispara la palabra sin retorno |
aquella que hiere a su llegada aquella que al salir deja una herida |
En un segundo se nos va toda esperanza |
la que nunca tuvimos la que creímos tener y la perdida. |
En un segundo, no más, ¡en un segundo! --- |
En un segundo |
que la aguja del reloj marca y desprecia |
se nos escapan los colores |
de la luz en estampida. |
--- |
Por el segundo en que olvidé cerrar la puerta entró a robarme quien mis bienes codiciaba. En un segundo, sin pensar, di un paso al frente y a mi camino abrió la tierra sus entrañas. ¡Ah! ¡quien pudiera retornar a ese segundo con que limitan la alegría y el lamento! ese segundo que se lleva cada hora de cada día con sus tardes y mañanas. Todas las noches se nos van en un segundo todas las puestas de sol, todas las albas. (1998) |
viernes, 19 de junio de 2020
Intento descifrar el sonido de estos días
La poesía oculta en la soledad de las calles
En las plazas vacías
En el silencio de los centros comerciales
En los niños que juegan en parques imaginarios
En los abuelos sin nietos a su lado
El teatro mudo
La ventana ciega
La madre que honra a su hijo dormido
en la frialdad de una fotografía
Un árbol solitario en medio del jardín
El espejo cansado de reflejar
La misma imagen día tras día
Todos los ecos se pierden en un mismo silencio
Todos los silencios van por un mismo camino
Todos los caminos conducen a una misma soledad
En el silencio de los centros comerciales
En los niños que juegan en parques imaginarios
En los abuelos sin nietos a su lado
El teatro mudo
La ventana ciega
La madre que honra a su hijo dormido
en la frialdad de una fotografía
Un árbol solitario en medio del jardín
El espejo cansado de reflejar
La misma imagen día tras día
Todos los ecos se pierden en un mismo silencio
Todos los silencios van por un mismo camino
Todos los caminos conducen a una misma soledad
jueves, 18 de junio de 2020
la noche me mira con sus grandes ojos negros
yo intento divisar el horizonte
lejos de mi mismo
en la verde luz de las estrellas.
tras una cortina de sombras profundas como un abismo
se oculta el papel en blanco sobre el que escribo.
la noche duerme sobre mi tiempo
mi tiempo sueña contigo.
En la quietud de la noche
por un resquicio
entre silencios, la luna
vino a mi encuentro
yo estaba dormido
me besó en la frente
se acostó a mi lado
durmió conmigo
y de mañana, temprano
entre silencios, cual vino,
se fue sin hacer ruido...
pero dejó un recuerdo
de luz sobre mi almohada y el rumor
del pino verde en mi oído.
yo intento divisar el horizonte
lejos de mi mismo
en la verde luz de las estrellas.
tras una cortina de sombras profundas como un abismo
se oculta el papel en blanco sobre el que escribo.
la noche duerme sobre mi tiempo
mi tiempo sueña contigo.
En la quietud de la noche
por un resquicio
entre silencios, la luna
vino a mi encuentro
yo estaba dormido
me besó en la frente
se acostó a mi lado
durmió conmigo
y de mañana, temprano
entre silencios, cual vino,
se fue sin hacer ruido...
pero dejó un recuerdo
de luz sobre mi almohada y el rumor
del pino verde en mi oído.
domingo, 14 de junio de 2020
sábado, 13 de junio de 2020
Querida mía,
En esta mañana la brisa me trae tu perfume
El viento, al oído, me susurra tus suspiros.
Yo te abrazo a la distancia de un recuerdo
Pido al poeta un verso prestado
Para llenarte de caricias
No ha de ser este el mejor de los poemas que te escriba
Tampoco es ni será el menos sentido
Aunque sí, el menos meditado
Acaso ni aún sea un poema...
Digamos que es... más bien,
un pensamiento improvisado.
Embaixo do con hai un rego
por onde flúe o meu pensamento
na percura doutro mar
En esta mañana la brisa me trae tu perfume
El viento, al oído, me susurra tus suspiros.
Yo te abrazo a la distancia de un recuerdo
Pido al poeta un verso prestado
Para llenarte de caricias
... "y te hago un vestido de besos".
No ha de ser este el mejor de los poemas que te escriba
Tampoco es ni será el menos sentido
Aunque sí, el menos meditado
Acaso ni aún sea un poema...
Digamos que es... más bien,
un pensamiento improvisado.
Embaixo do con hai un rego
por onde flúe o meu pensamento
na percura doutro mar
viernes, 12 de junio de 2020
jueves, 11 de junio de 2020
Fin de la tarde
Rumor de horas gastadas
Versos proscritos
Me enganché en ti
Me colgué en tus pechos
Me hundí en tu vientre
El agua del otoño calmó mi sed
como nunca lo hiciera
fuente alguna en primavera
Al final de la tarde
queda el rumor de las horas pasadas
Los besos robados al tiempo
Los versos prohibidos
Album de recuerdos
Retazos de luz a la sombra de un poema
Al final de la tarde
Se van los jadeos
Llega el silencio
Quedan los latidos
Las paredes cuentan todo lo que han visto
a un corro de sombras ávidas de historias de amor
Gracias a la vida por haberlo permitido
Habrá o no habrá un nuevo día
Alma mía
¡A quién le importa!
Después de haber sentido intensamente
tu obra más lograda
Ya no hay noche, poeta, que me espante
Ni día del que espere algo mejor
En vuelo raso quedaré siempre expectante
Atento el oído al cantar del ruiseñor.
Rumor de horas gastadas
Versos proscritos
Me enganché en ti
Me colgué en tus pechos
Me hundí en tu vientre
El agua del otoño calmó mi sed
como nunca lo hiciera
fuente alguna en primavera
Al final de la tarde
queda el rumor de las horas pasadas
Los besos robados al tiempo
Los versos prohibidos
Album de recuerdos
Retazos de luz a la sombra de un poema
Al final de la tarde
Se van los jadeos
Llega el silencio
Quedan los latidos
a un corro de sombras ávidas de historias de amor
Gracias a la vida por haberlo permitido
Habrá o no habrá un nuevo día
Alma mía
¡A quién le importa!
Después de haber sentido intensamente
tu obra más lograda
Ya no hay noche, poeta, que me espante
Ni día del que espere algo mejor
En vuelo raso quedaré siempre expectante
Atento el oído al cantar del ruiseñor.
domingo, 7 de junio de 2020
No sé cuánto durará el camino.
Un día, dos, diez o veinte.
No me preocupa.
Siento y agradezco cada paso
cada instante
como si fuera el primero y el último.
Y cuando acabe, lejos de llorar
por lo que ya no podrá ser
daré gracias a la vida
por todo aquello que haya sido;
porque somos almas errantes
en movimiento continuo...
agua que mueve la rueda
que gira la piedra
que muele el maiz
en el viejo molino.
Un día, dos, diez o veinte.
No me preocupa.
Siento y agradezco cada paso
cada instante
como si fuera el primero y el último.
Y cuando acabe, lejos de llorar
por lo que ya no podrá ser
daré gracias a la vida
por todo aquello que haya sido;
porque somos almas errantes
en movimiento continuo...
agua que mueve la rueda
que gira la piedra
que muele el maiz
en el viejo molino.
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