Siguen pasando los días y yo
te veo de lejos... |
prisionero de las propias convicciones encadenado a un esquema de
moralidad aquella ventana indica un rumbo la puerta abierta un camino
a tomar...
¡Son tan cortas las cadenas! ¡Tanto aprietan los grilletes!
¡Ah! quién pudiera escapar |
desplegar las alas volar |
soltar el lastre del pensamiento convertirse en humo
volverse viento desvanecerse ser sólo un eco que hace silencio
en el espacio volverse tiempo y en el tiempo hora pasada dar vuelta
atrás a la nada y volver a comenzar.
¡Ah! quién pudiera escapar dejar atrás lo supuesto
olvidar lo conocido abandonar lo adquirido ¡y volver a comenzar!
¿Qué hacer con todo el amor cuando el amor se convierte
en carga que dobla tu espalda y frena tus pies?
¿qué hacer? ¿atarlo a una piedra al lado del
camino anclarlo en la ribera dejarlo a su destino echar a correr?
un breve sorbo de indiferencia ¡ah! si pudiera beber...
(¡y estos grilletes aprietan con más fuerza cada vez!)
un breve sorbo, sólo una gota que adormeciera por un instante
al cancerbero de esta conciencia el tiempo justo de dar un paso cerrar
la puerta y ya no volver.
¿dónde comienza el derecho? ¿dónde termina el
deber? ¿Somos raíz o soporte?
¿Somos el sur de quien parte hacia el norte o este y oeste a su
paso y camino deberíamos ser?
¿Dónde comienza el derecho? ¿dónde termina el
deber? ¿Somos raíz o soporte?
¿acaso somos el norte o el sur que a espaldas se deja para
nunca volver?
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